La JEMJ nació como un eco en España del Avivamiento Eucarístico Nacional, proyecto lanzado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB). Los obispos de EEUU descubrieron, después de una encuesta, que el 70 % de los católicos no creen en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Nos dijimos que en España el porcentaje debe ser similar…
Ante noticias así, la gran tentación es la desesperanza o el derrotismo, pero nosotros decidimos seguir peleando por la fe de nuestros jóvenes. La acogida del proyecto por parte de Mons. Jesús Sanz Montes nos llevó a Covadonga, cuna de la Reconquista. Covadonga es mucho más que un santuario. Juan Pablo II dijo en la Santa Cueva, que visitó al concluir la JMJ de 1989 en Santiago de Compostela: “Covadonga es seno maternal y cuna de la fe y de la vida cristiana”. Era el sitio ideal para librar una nueva batalla por la fe de la juventud española.
Necesidades y frutos
Planteamos las JEMJ como una gran reunión anual dirigida a jóvenes entre los 14 y los 30 años para tener un encuentro con Cristo vivo en la Eucaristía, de la mano de Nuestra Madre del Cielo, a través de la adoración, la formación, talleres de evangelización eucarística, testimonios y música. Primero pusimos el nombre –Jornada Eucarística Mariana Juvenil– y luego nos dimos cuenta de que las siglas JEMJ podían confundirse con las de la JMJ. Por eso comenzamos a llamar a este encuentro “jemjota”.
La primera JEMJ tuvo lugar del 5 al 7 de julio de 2024, en el Santuario de Covadonga. Convocó a más de 1600 jóvenes procedentes de todas partes de España, pero también de fuera de España. A su servicio estuvieron 175 voluntarios y un nutrido grupo de sacerdotes. En la Misa de clausura, D. Jesús Sanz exclamó: “La JEMJ ha sido una gracia de Dios inmensa, que la Archidiócesis de Oviedo ha tenido la bendición de acoger y acompañar”.
Las noticias que nos llegan de los frutos que la JEMJ va dando son preciosas: muchos jóvenes comenzaron, a los pies de la Santina, una nueva vida. Varios sacerdotes nos han comentado que muchos jóvenes pidieron, de regreso de Covadonga, ayuda para discernir una vocación a la vida sacerdotal o consagrada. Algunos han ido dando pasos ya. En la web oficial hemos ido publicando sus testimonios.
Para los mismos sacerdotes fue una renovación de su sacerdocio. Muchos no se esperaban que la noche del sábado la pasarían confesando hasta bien entrada la madrugada, solicitados por los jóvenes. Al final de la JEMJ 2024, el P. Félix López Lozano responsable del Departamento de Liturgia y de la acogida de los sacerdotes en la JEMJ, señaló no solo la cantidad de confesiones que había habido ese fin de semana, sino la calidad de esos encuentros con Jesucristo y declaró: “Las confesiones muestran la calidad del encuentro con el Señor”.
D. David Cueto era, en la JEMJ del año pasado, canónigo del Santuario de Covadonga. Este año nos acogerá como abad y presidirá la vigilia de adoración del sábado por la noche. Al término del encuentro del año pasado confesaba que no solo a él, sino a todo el cabildo de Covadonga, la JEMJ les ha dado mucha luz para saber por dónde caminar en respuesta a lo que el Señor les estaba poniendo en el corazón con respecto de su responsabilidad pastoral en Covadonga.
La verdad es que, al término de la primera JEMJ, la sensación era la de haber “puesto en marcha algo transcendental para la recuperación de la fe de los jóvenes en la Eucaristía y en el amor a María Santísima”.
La segunda JEMJ
Viendo que el objetivo había sido ampliamente cumplido y que la JEMJ había demostrado ser una herramienta con un enorme potencial al servicio de la evangelización de los jóvenes, comenzamos a organizar la segunda JEMJ, que tendrá lugar del 4 al 6 de julio de 2025, de nuevo en el Santuario de Covadonga (Asturias, España).
Este año, poder contar con la reliquia del corazón de Carlo Acutis ha sido una alegría inmensa. Carlo va a la JEMJ para decirle a los jóvenes que se puede ser un joven del siglo XXI y vivir enamorado de la Eucaristía. Los participantes de la JEMJ van a poder “medirse” con el corazón de un joven locamente enamorado de Jesucristo y aprender de él que “van directos al Paraíso aquellos que todos los días se acercan a la Eucaristía”. Y para acercarse a la Eucaristía hay que vivir en el mundo, pero recordando que “no somos del mundo”.
Responsable de difusión de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil