En la mañana del Domingo de Ramos, el Papa Francisco ha salido de nuevo a la plaza de San Pedro, al final de la Misa celebrada por el cardenal Leonardo Sandri, vicedecano del Colegio cardenalicio. En la homilía leída por el cardenal, el Papa ha alentado a ser cireneos de los demás. En San Pedro, ante unos 25.000 fieles, el Papa ha dicho con una mejoría en la voz: “Feliz Domingo de Ramos, feliz Semana Santa”
La salidas del Papa de Casa Santa Marta, su residencia habitual, donde tiene lugar su proceso de recuperación, son cada vez más frecuentes. Ayer sábado, el Papa se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor, y se detuvo a rezar ante el icono de la Virgen, ‘Salus Populi Romani’. Esta es su visita número 126 a esta advocación mariana en Roma. Hoy, el Papa se ha entretenido saludando desde la silla de ruedas a numerosas personas, cardenales, autoridades, laicos, grupos de religiosas, etcétera.
“La Pasión de Jesús se vuelve compasión”
En la homilía de este Domingo de Ramos, el Papa ha invitado a los fieles a vivir una Semana Santa llevando no solo su propia cruz, sino también la de quienes sufren alrededor: “La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más”. El Papa ha destacado la figura de “Simón de Cirene —un personaje que aparece de manera inesperada en el camino hacia el Calvario—”.
Se trata de una invitación a llevar no solo nuestra cruz, sino también la del prójimo y convertirnos en cireneos unos de los otros. “Sigamos ahora los pasos de Simón, porque nos enseña que Jesús sale al encuentro de todos, en cualquier situación. […] La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más, cuando levantamos al que está caído, cuando abrazamos al que está desconsolado”.
Ángelus: no ceder a la desesperación
En el texto del Ángelus preparado por el Papa, el Pontífice ha manifestado que “todos tenemos dolores, físicos o morales, y la fe nos ayuda a no ceder a la desesperación, a no cerrarnos en la amargura», sino a afrontarlos sintiéndonos arropados, como Jesús, por el abrazo providencial y misericordioso del Padre”.
“Hermanas y hermanos, os agradezco mucho por vuestras oraciones. En este momento de debilidad física me ayudan a sentir aún más la cercanía, la compasión y la ternura de Dios. Yo también rezo por vosotros y os pido que encomendéis conmigo al Señor a todos los que sufren. Especialmente a los afectados por la guerra, por la pobreza o por los desastres naturales. En particular, que Dios acoja en su paz a las víctimas del derrumbe de un local en Santo Domingo, y sostenga a sus familiares”.
Oración por la paz
Finalmente, el Papa ha recordado que “el 15 de abril será el segundo triste aniversario del inicio del conflicto en Sudán, con miles de muertos y millones de familias forzadas a abandonar sus casas”. Y ha mencionado de nuevo lugares habituales objeto de guerras y conflictos para rezar por ellos. “Ucrania, Palestina, Israel, la República Democrática del Congo, Myanmar, Sudán del Sur. Que María, Madre, Virgen de los Dolores, nos conceda esta gracia y nos ayude a vivir con fe la Semana Santa”.
Pueden consultar aquí el horario de celebraciones de Semana Santa 2025 en el Vaticano.