


Por John Mulderig (OSV/Omnes)
Directores, tanto famosos como desconocidos, extrajeron de las escrituras historias que pudieran llevar a la gran pantalla, con resultados que iban desde lo reverencial hasta lo explotador.
Hoy en día, muchas de estas películas están disponibles en streaming. Con la llegada de la Pascua, los fieles pueden echar un vistazo a esta colección de películas antiguas. A continuación se presentan breves reseñas de algunas producciones de temática bíblica.
«Ben-Hur» (1959)
La clásica epopeya hollywoodense del director William Wyler sigue al príncipe judío que da título al film (Charlton Heston) tras ser traicionado por su amigo romano de la infancia (Stephen Boyd) y sometido a una gran miseria hasta que finalmente obtiene la retribución por todo su sufrimiento. El melodrama convencional de la narrativa se transforma por la grandiosidad de su espectáculo, especialmente la carrera de cuadrigas, y por las conmovedoras interpretaciones de sus protagonistas, quienes logran superar los clichés y estereotipos de la historia.
«La Biblia» (1966)
Seis episodios del Génesis (La Creación, Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, la Torre de Babel y Abraham) se representan tan literalmente como fueron escritos, dejando en gran medida su interpretación al espectador. John Huston dirige, narra e interpreta el papel de Noé en este espectáculo reverente pero entretenido. George C. Scott, como Abraham, se lleva el premio a la mejor interpretación entre un elenco que incluye a Ava Gardner, Richard Harris, Ulla Bergryd y Michael Parks.
«Hechizo de Dios» (1973)
Versión cinematográfica de un musical basado libremente en el Evangelio según San Mateo, con un elenco off-Broadway compuesto por Victor Garber como Cristo y David Haskell como Juan el Bautista y Judas. Lo que hace que la película sea tan emocionante es que el director David Greene convierte la ciudad de Nueva York en un gigantesco escenario, utilizado de forma sorprendente para presentar las parábolas en parodias imaginativas, muchas de las cuales sirven de trampolín para melodías irresistibles, como «Day by Day» y «¡God Save the People!».
«El Evangelio según San Mateo» (1966)
La sencilla dramatización italiana del relato del evangelista sobre la vida de Jesús y su mensaje de salvación logra situar al espectador excepcionalmente en los acontecimientos evangélicos, evitando la artificialidad de la mayoría de las epopeyas cinematográficas bíblicas. El director Pier Paolo Pasolini es completamente fiel al texto, empleando la imaginación visual necesaria para su interpretación realista.
«La historia más grande jamás contada» (1965)
Aunque no es la mejor película jamás realizada, la visión del director George Stevens del Evangelio presenta una visión coherente y tradicional de Cristo como Dios encarnado. La película, a pesar de su épica escala hollywoodense, cuenta con buenas actuaciones, un guion de buen gusto y realismo, una fotografía magnífica y la creíble representación de Cristo por parte de Max von Sydow es el elemento esencial de su éxito.
«Rey de reyes» (1961)
Este sólido espectáculo cinematográfico presenta la vida de Cristo en el contexto histórico de la resistencia judía al dominio romano. Jeffrey Hunter, con cierta incomodidad, interpreta el papel principal, aunque resultan más efectivos Siobhan McKenna como su madre, Robert Ryan como Juan el Bautista, Hurd Hatfield como Pilato, Rip Torn como Judas y Harry Guardino como Barrabás. Dirigido por Nicholas Ray, el guion se centra en la inestabilidad política de la época, pero trata el relato evangélico con reverencia, aunque con más libertad dramática de la que algunos considerarían aceptable. La clasificación de OSV News es L: público adulto limitado, películas cuyo contenido problemático resultaría inquietante para muchos adultos.
«La túnica» (1953)
Historia reverente pero pesada de la época evangélica, basada en la novela de Lloyd C. Douglas, sobre un tribuno romano (Richard Burton) que, apostando, gana la túnica de Cristo en la crucifixión, pero que luego teme el poder de la prenda para hechizarlo, convirtiéndose posteriormente en mártir cristiano en Roma. Dirigida por Henry Koster, la historia de ficción es sincera, pero dramáticamente poco convincente en su argumento y sus actuaciones, que van desde la rigidez hasta la mezquindad escénica, con la consiguiente inspiración más en el espectador que en la pantalla. Violencia estilizada y referencias sexuales veladas.
«Los Diez Mandamientos» (1956)
Esta épica producción del director Cecil B. DeMille, menos una historia inspiradora basada en fuentes bíblicas que un vehículo dramático con sentido histórico, ofrece recreaciones espectaculares, excelentes efectos técnicos y una actuación impecable de un elenco excepcional, que incluye a Charlton Heston como Moisés, Yul Brynner, Anne Baxter, Edward G. Robinson y muchas otras estrellas de la época.
«La pasión de Cristo» (2004)
La visión de Mel Gibson sobre las últimas horas de Jesús de Nazaret se convierte en una experiencia cinematográfica intensa y desgarradora, centrada en el sufrimiento físico y espiritual del protagonista (Jim Caviezel). La narrativa, aunque conocida, se transforma por la crudeza visual y el realismo extremo con que se retrata el Vía Crucis, donde el dolor adquiere un tono casi místico. La puesta en escena, la fidelidad al arameo y al latín, y la potencia emocional de las imágenes convierten este drama bíblico en una obra tan polémica como profundamente impactante.