Serie
The Sticky – Prime Video: En un pequeño pueblo del Canadá francófono se concentra casi toda la producción mundial de sirope de arce. Ruth Clarke, que vive de la venta de sirope y cuyo marido está en coma, padece la gestión corrupta y despótica de la Federación de Productores de Sirope. Remy Bouchard, por su parte, es un cuarentón que aún vive en casa de su padre y trabaja como guardia de seguridad en el almacén de la Federación. Por último, Mike Byrne pertenece a una familia de mafiosos, pero nadie le encarga trabajos serios por su ineptitud, así que actúa como chico de los recados. Estos tres personajes decidirán acometer juntos el robo de cientos de barriles de sirope, valorados en millones de dólares.
Il termine sticky que da título a esta serie vendría a significar pegajoso, en referencia al sirope de arce. Nos encontramos ante una serie de carácter local, de producción canadiense y referencias geográficas y culturales plenamente adscribibles a la región francófona de Canadá, pero que es de alcance universal en su desarrollo del relato, en la caracterización de sus personajes y en su manera de narrar. The Sticky es una tragicomedia, que alterna la comicidad a causa de las situaciones trágicas que padecen sus personajes, con el suspense y el drama en el planteamiento de fondo. Una de sus mayores virtudes es la mesura para saber en cada momento ridiculizar, exponer el absurdo de las situaciones y tirar de ingenio, así como dar credibilidad al drama de los protagonistas y favorecer que el espectador empatice con ellos.
La serie, compuesta de seis capítulos (y que espera una segunda temporada), se inspira en un suceso real: entre 2011 y 2012, unos ladrones robaron casi 10.000 barriles de sirope durante varios meses. Un rótulo informa al inicio de cada capítulo de esta circunstancia, pero para indicar, precisamente que no se pretende reconstruir aquel episodio. No es, por tanto, una serie histórica, sino que se parte de una jugosa anécdota para diseñar a tres personajes entrañables y amoldar esta obra a los patrones de las historias de grandes robos: diseñar el plan, armarse del material y ejecutarlo, con las subtramas correspondientes. Es un relato protagonizado por marginados de la sociedad, cuya valía discurre paralela a la consecución o el fracaso de su ambicioso plan.